Phares, Esrom, Aram
(divisio, sagittam uidit siue atrium eorum e excelsus: separación,
ha visto una flecha o su atrio, sublime)
Igual que el anterior, fue destruido para pintar el fresco del Juicio Final. La figura masculina que se halla a la derecha representa a Judá. Lleva en su mano un bastón y un anillo que son las prendas entregadas a su nuera Tamar a cambio de las relaciones sexuales que ha mantenido con ella sin haberla reconocido por haberse disfrazado de prostituta (Gn 38, 18); aunque el anillo y el bastón también son símbolos del episcopado. La figura femenina a su espalda que mira asustada hacia la izquierda es Tamar, quien, al igual que Rut y Betsabé, se menciona expresamente en la genealogía de Jesús del Evangelio de Mateo.
Los tres personajes masculinos que se encuentran en el lado izquierdo de la luneta son Fares, Esrom y Aram, a los que, a juzgar por cómo se les ha representado, el artista ha asignado una nueva función, pues cada uno de ellos encarna a otra figura bíblica: Er, primogénito de Judá y primer marido de Tamar, su hermano Onán y finalmente Selá, el más joven de la estirpe de Judá. Como se cuenta en el libro del Génesis (Gn 38, 6-11), Er no tardó en morir y no dejó descendencia. Pero Onán, que según la Ley del Antiguo Testamento hubiera debido engendrar en Tamar esta descendencia por cuenta de su hermano, dejaba caer su semen en el suelo, por lo que fue castigado con la muerte inmediata. Entonces, Judá ya no quiso dar a Tamar por mujer a Selá, el más joven de sus hijos, y aquélla se sirvió de la consabida estratagema para quedar encinta de su suegro. Miguel Ángel se propuso representar a Er fallecido prematuramente en la figura dormida, a Onán en la que gira la cabeza hacia atrás, y a Selá en la del niño, siendo por lo tanto comprensible el motivo por el que un Papa posterior, Clemente VII o Pablo III, ordenó a Miguel Ángel arrancar este fresco de la luneta, pues esta alusión resultaba excesivamente equívoca.
No es fácil identificar correctamente todas las figuras de esta luneta.La figura que en un segundo lugar podría recordar a Onán, también podría interpretarse como una figura femenina, una madre con el niño en brazos, a pesar de llevar la cabeza descubierta, detalle que en el ciclo es propio de las figuras masculinas. Entonces el niño sería Aram, y el que duerme sería Esrom. En este caso, Fares debería ser la figura situada a la derecha de la luneta y que antes hemos identificado como Judá. ¿O acaso Miguel Ángel puso en las manos del hijo el bastón y el anillo del padre para recordarle su poco glorioso origen? Tal vez un texto que todavía no se conoce podría explicarnos este enigma.