La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Aminadab

(pater meus spontaneus: mi padre es espontáneo)

1 Crón 2, 10: “Ram engendró a Aminadab; Aminadab engendró a Nasón, príncipe de los hijos de Judá.”

El hijo de Arán y padre de Naasón, Aminadab está aquí representado en el joven, con la mirada perdida en el vacío, sentado a la izquierda. A la derecha, en cambio, una muchacha se peina melancólicamente los largos cabellos, con un gesto profundamente inspirado en la realidad.

Aminadab, conocido en el Talmud como un padre piadoso de hijos admirables. El más conocido de sus hijos fue Naasón, un líder famoso por su demostración de fe. Los sabios del Talmud atribuyen la gran espiritualidad y el liderazgo de Naasón a la educación que recibió de su padre, Aminadab. Éste aparece representado por Miguel Ángel como un joven vital vestido con atuendo oriental, con una indomable mata de cabello pelirrojo rizado. Muestra una expresión enfurecida y tiene los ojos oscurecidos de llorar. Es también una de las figuras más raras en toda la carrera del artista que aparece pintada mirando completamente hacia el frente, una señal indudable de Miguel Ángel a sus colegas pidiéndoles que «presten atención a ese detalle».

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