La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Ignudi y medallones en torno a

La creación de Eva

Ignudi Pareja 5 OK PfeifferIgnudi Pareja 6 OK Pfeiffer

Todos los jóvenes del sector central de la bóveda donde se representa la Creación de Eva se sientan sobre telas y almohadones de color amarillo dorado. Seguramente se trata de una alusión a la edad de oro en los principios de la historia de la humanidad. De ser así, a las otras tres edades sólo se les dedicarían dos sectores y no se hubiera pretendido hacer corresponder las cuatro eras con cada uno de los cuatro jóvenes. Por un lado, en este último caso hubieran debido sentarse sobre tejidos de otro color; por otro, nos enfrentamos a la primera de las edades del hombre, la que precedió al pecado original y la caída, mientras que los estados menos felices de la humanidad se consideran en las épocas restantes.

Miguel Ángel seguramente se propuso asociar los ocho jóvenes restantes a dos edades de la decadencia, renunciando a la representación de la tercera porque en la bóveda ya no quedaba espacio suficiente. Veremos también que prefirió no dedicar ningún sector a la edad de la plata y representar, por el contrario, las del hierro y el plomo.

Los cuatro jóvenes desnudos que aparecen sentados encima de las telas color amarillo dorado en el centro de la bóveda se diferencian tanto por sus gestos como por su mímica. ¿Qué representa, por lo tanto, cada una de estas figuras? En la edad del oro, el primer lugar corresponde a las cuatro virtudes cardinales que tienen un valor para las cosas terrenas: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Pero ¿en qué nos basamos para asociar estas cuatro virtudes con cuatro figuras desnudas?

El joven que se encuentra a la derecha, encima de la sibila Cumana, es el más fácil de interpretar. Estrecha fuertemente el extremo del haz con bellotas y puede identificarse con la fortaleza, en latín fortitudo, palabra que contiene la raíz fortis, que significa «fuerte». Por el contrario, el joven sentado frente al anterior, a la izquierda, parece tener una constitución muscular casi femenina. Con la mano izquierda toca el tondo donde se halla representado el rey Alejandro rindiendo homenaje al gran sacerdote de Jerusalén, y desde la derecha su mirada contempla la bóveda, donde se representa la obra creadora de Dios. Estas dos atribuciones no concuerdan ni con la templanza ni con la prudencia, sino sólo con la justicia, que, según su definición, distribuye a cada uno lo que le corresponde. El joven que representa a la templanza se sienta en una postura recogida y con las rodillas muy juntas. Con el dedo índice de la mano izquierda sostiene la cinta dorada que pasa entre los ojales del tondo en relieve en el que se sienta. El otro joven, sentado frente a él, coge con el pie y la mano derechos esta misma cinta, y con la izquierda la eleva por encima de su cabeza. Cabe pensar que esta figura representa a la previsora prudencia.

·Los medallones de bronce

·Galería

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