El genio de la Capilla Sixtina
Entrevista con el Dr. Heinrich Pfeiffer
Por: Cristina Alba Michel
Publicada en: http://www.notidiocesis.com/
«El genio se distingue de todos los otros porque sabe unir las cosas muy particulares con las cosas muy generales sin perder los detalles…» (Dr. Pfeiffer).
Invitado por la Comisión Diocesana de Cultura, apoyado por Universidad La Salle (ULSA), el Dr. Heinrich Pfeiffer ha dejado una visión de otro mundo a través del curso ‘Imagen y palabra de la Capilla Sixtina‘, impartido en ULSA, ciudad de Chihuahua, del 30 de julio al 3 de agosto pasado. Cumplió cabalmente su objetivo: «explorar la Capilla Sixtina desde una perspectiva plástica, simbólica, teológica y psicológica». La palabra del Doctor, unida al lenguaje impresionante de las imágenes, creó un momento inolvidable para los que tuvieron la dicha de vivirlo. Por nuestra parte, brindamos al lector una dosis en pequeño, con un deseo: disfrutarla en grande.
Dr. Pfeiffer, se ha dicho que usted se considera a sí mismo un «investigador de la belleza». ¿Cómo define, a título personal, la belleza?
La belleza la defino como la apariencia de la vida. Se tiene que mostrar la vida en apariencia, de modo que la vida esté siempre presente con todas sus diferentes expresiones: el movimiento no se puede dar sino solamente en el cine, o teatro, pero todas las otras cosas tienen que ser vivas. Significa siempre mediación de contrastes.
El hombre lleva en sí el anhelo por la belleza, expresarse a través de ella y al mismo tiempo poseerla. A su juicio, ¿cuál es el origen y trascendencia de esta búsqueda-anhelo?
Exactamente: el anhelo del hombre de la belleza -¡se tiene todavía este anhelo!- es siempre causado de Dios, del Infinito. Porque la vida busca siempre el infinito, y la vida es siempre algo que llega directamente con Dios. Sea a través del ritmo del aliento, sea a través del ritmo del corazón. Vida es siempre algo que tiene como única raíz, Dios.
Doctor, usted nos ha llevado en un fascinante viaje a través del tiempo, para explorar el mundo contenido y expresado en la Capilla Sixtina, quisiéramos también preguntarle cuál es la importancia fundamental en la historia de este monumento
La importancia fundamental es su función para las elecciones de los Papas, y para momentos muy solemnes en la historia de la Iglesia, del Papa: los consistorios han sido todos en la Capilla Sixtina.
¿Es verdad que sus dimensiones evocan las del Templo de Salomón?
Sí, ¡exactamente!
Desde el exterior de la Capilla, hacia el interior atravesamos, por decirlo así, de una dimensión a otra: al contemplar los frescos damos con una innegable belleza, con la obra de un genio. Dejando de lado la maestría de su ejecución, ¿dónde reside el núcleo de esa belleza?
El núcleo de la belleza consiste en encontrar formas que expresan exactamente la teología, una teología que da a los que se encuentran en la Capilla, la conciencia de ser Iglesia=Esposa, arquitectura con piedras vivas. Es una riqueza también que deja ver que la verdadera teología se puede solamente construir a través de la relación entre el Viejo y el Nuevo Testamento.
Refiriéndonos a los frescos de Miguel Ángel Buonarroti, ¿en cuántos lenguajes podemos acercarnos a ellos para tratar de interpretarlos?
Es claro que Miguel Ángel está ligado a toda la tradición de la Iglesia, y una vez en la Iglesia, ha servido para la Teología el sentido espiritual de la Sagrada Escritura. Ahora tenemos que ver un primer nivel, que es la Sagrada Escritura tal cual fue dada. Después un nivel que es espiritual y, para éste, es necesario aprender el lenguaje de la Iglesia. Alguna vez cada uno, en la escuela elemental, ha aprendido el significado de los colores principales de los vestidos de los sacerdotes en la Misa, durante el año litúrgico. Pero hoy muchos no saben más estas cosas: que verde significa esperanza, rojo la caridad, blanco la fe. Y naturalmente, también hay gestos que Miguel Ángel ha inventado para dar una expresión a un contenido espiritual».
¿Existe en los frescos pintados por Miguel Ángel en la Sixtina, de parte del autor, un ‘mensaje central’ intencional?
Por supuesto sin embargo existe un mensaje intencional: éste es en primera líne el mensaje que han querido los proclamadores teólogos, y que el Papa seguramente ha dado al artista. Ellos han querido mostrar en particular que la Iglesia es Esposa, y que esta Esposa está prefigurada en tantas figuras femeninas en la historia, en particular en María misma, porque la Capilla es dedicada a María. Y que el Esposo primario naturalmente es Cristo, pero el esposo, como Vicario es el Papa mismo».
El mensaje que ha quedado plasmado desde hace unos cinco siglos, ¿aún interpela al hombre del siglo XXI que en ocasiones parece haber perdido la capacidad de ‘escuchar’ cualquier lenguaje?
Sí, exactamente es así. Tú tienes que re-aprender el lenguaje de la Iglesia» [para dejarte interpelar por el lenguaje de la Capilla].
Existe organización del mensaje de Miguel Ángel en la colocación de los frescos? Es decir, ¿cuáles son los temas -y su orden- que ha tocado el autor?
Es muy sencillo, naturalmente existe un orden. Este es una vez según los tiempos de la teología en San Pablo: el tiempo antes de la Ley es toda la bóveda; el tiempo de la Ley son los frescos que han hecho los pintores de Florencia en la pared izquierda, con Moisés y los hechos con los que Dios ha guiado a su pueblo hasta la Tierra Prometida; y [por último] los hechos en el tiempo de la gracia, que es el tiempo de Cristo: viene Cristo a su bautismo, después ha predicado, su penitencia, las tentaciones en el desierto; cómo ha elegido a los apóstoles y ha dado grandes discursos; ha curado, también ha hecho milagros, ha estado reprobado de los superiores de su pueblo, pero ha creado la Iglesia con miembros vivos a través de la consigna de las llaves, y después ha dado la nueva Ley, a través de la Última Cena, de la Eucaristía.
En los frescos destacan, aun a primera vista, algunos colores: rojos, verdes, azul, blanco y amarillo. ¿Existe un significado para cada uno, o han sido elegidos a placer por el autor?
Naturalmente existe un significado para cada uno. Ya he hablado de verde, rojo y blanco. Ahora, el azafrán, que es la distinción, el discernimiento espiritual, porque corresponde a los ojos de la paloma; el azul corresponde a la contemplación de las cosas celestes. Amarillo tiene doble significado: si es mezclado con verde o es un amarillo ‘canarino’, muy claro, es pecado, es la expresión del pecado; si es más cerca de oro, como los vestidos de los sacerdotes ortodoxos por ejemplo, significa santidad.
Podemos decir, al contemplar la obra [de Miguel Ángel] que nos encontramos delante de un hombre de profunda cultura y espiritualidad cristianas. Háblenos un poco de su faceta como ‘genio’.
¡Del genio! El genio se distingue de todos los otros, porque sabe unir las cosas muy particulares con las cosas más generales sin perderse jamás en los detalles y sin entrar en una superficialidad. Sólo el genio puede unir estas dos cosas: particularidades muy ricas y una visión general que es siempre profunda, pero siempre en relación con todas estas particularidades.
En el fresco del Juicio Final, Miguel Ángel representa en el infierno a personajes contemporáneos suyos. Puede parecer ya gracioso, ya duro. ¿Acaso encontramos en ello una denuncia social, o simplemente un fino sentido del humor?
[El Dr. Pfeiffer se ríe ante esta pregunta, y responde:]
En primera línea, no solamente un fino sentido del humor, más defensa del artista contra otros, como por ejemplo de la acusación de ser homosexual a través del famoso personaje Pietro Aretino, y también una venganza del pobre ceremoniero del Papa, Biagio di Cesena, quien primero ha visto estos frescos y ha pensado que tiene que amonestar a Miguel Ángel, porque ha mostrado también los santos totalmente desnudos, ahora Miguel Ángel lo ha puesto en el infierno, con la cara de Minos, el juez del infierno. Esas son venganzas de los artistas. ¡Es siempre peligroso querer amonestar a un artista!
Decir Capilla Sixtina evoca, desde una perspectiva artística, la obra del gran Buonarroti, sin embargo ella conserva la obra de otros genios de la pintura. ¿Cuál es el punto, la línea que los separa y coloca a Miguel Ángel en una especie de plano aparte?
¡Ah, esto es muy sencillo! Miguel Ángel es el primero que construye toda su composición con el cuerpo desnudo: vestido o desnudo, pero siempre con la articulación del cuerpo humano. Esto no hacen los pintores del Papa Sixto IV, ellos van usualmente insertados en una sección del espacio tridimensional, evocado en unión con el espacio tridimensional pensado como infinito en todas las direcciones, personas, objetos, árboles y también aves; y en Miguel Ángel es siempre primero la predominancia del hombre, del cuerpo humano, y con estos cuerpos humanos crea su arquitectura, una especie de composición tridimensional con relaciones entre estos cuerpos. Esta es la absoluta novedad. Y no sólo esto, Miguel Ángel es uno como sólo un genio lo puede ser: inserta todas sus figuras idealmente en una esfera. Si uno no puede hacer esto idealmente, no lo puede imitar; todos los que imitan externamente a Miguel Ángel, se ve inmediatamente que son mucho menores.
Sabemos que presenta un libro, en otoño, en los Museos Vaticanos sobre la Capilla Sixtina. ¿Cuál es el título de su libro y por qué?
El título lo buscan siempre los editores, esto hay que saberlo. Mi original título fue ‘Teología pintada’. Parece que el título en italiano (son cinco editores en cinco diferentes lenguas), la primera casa editorial que ha acunado en esta edición mis pensamientos, observaciones, descripciones e interpretaciones de la Capilla Sixtina, ha pensado dar el título ‘La Sixtina Revelada’ [en italiano]. No sé cómo será el título en español, puede ser que traduzcan a la letra el título italiano.
Dr. Pfeiffer, ha sido un placer realizar esta entrevista. ¿Será posible tenerlo de nuevo entre nosotros en un futuro?
Si Dios quiere, sí.
Por parte nuestra, deseamos que Él quiera, y que nuestros lectores aprendan y disfruten de la entrevista.