Pascua
Se trataba de una fiesta propia de la cultura pastoral y nómada, que se celebraba al inicio de la primavera, en el primer plenilunio, para propiciar la transhumancia hacia nuevos pastos.
En la Pascua hebrea se consumían hierbas amargas y panes cocidos sobre losas de piedra y sin levadura, o sea alimentos improvisados, esenciales para quien debe viajar, y se comía cordero, que no debía tener huesos rotos (para que, idealmente, vuelva a los futuros pastos). Este rito pascual prehistórico se convierte, en el libro del Éxodo, en el símbolo de la liberación de la servidumbre. El mismo nombre, Pascua, en hebreo Pesàh, es interpretado como pasaje, en el sentido que Dios había saltado, pasado por encima, y por lo tanto, salvado, las casas de los hebreos que habían sido señaladas con la sangre de la víctima pascual.
¿Por qué motivo el día de Pascua cambia siempre y no cae en un día preciso como otras fiestas? Se trata de una fiesta ligada, no al calendario solar dividido en 365 días bien establecidos, sino al calendario lunar, que sigue las fases de la luna. Este era el calendario seguido por las antiguas poblaciones del Medio Oriente. La fiesta de la Pascua comenzaba con el primer día de plenilunio de primavera, que oscila entre el mes de marzo y el de abril.
Pasión
La narración de la Pasión y muerte de Jesús de Nazaret constituye el corazón de las narraciones evangélicas y, según algunos estudiosos, el núcleo desde el cual se han desarrollado posteriormente los Evangelios. El tema más importante tratado es la Pasión, como cumplimiento del carácter mesiánico y de la realeza de Cristo. La fecha de la Pasión oscila entre los años 29 y 33, y cuanto aconteció es narrado por el Evangelio según San Mateo (cap. 26 – 27), Marcos (cap. 14 – 15), Lucas (cap. 22 – 23) y Juan (cap. 18 – 19).
Pecado
Desobedeciendo a Dios, Adán y Eva cometieron un pecado. El pecador es, por lo tanto, un enemigo de Dios. Entre las palabras utilizadas en la Biblia para indicar el pecado, la más frecuente es la que significa cometer faltas, no tomar la justa dirección. Quien comete un pecado equivoca, por lo tanto, la dirección de su vida. A causa del pecado, o sea de la desobediencia de Adán y Eva, han entrado en el mundo la violencia y la muerte. El pecado es inspirado en el corazón de los hombres por Satanás, pero el hombre no puede descargar sobre él la culpa (como querían hacer Adán y Eva), porque es solamente del hombre la responsabilidad de acoger y cometer el pecado.
Primado de Pedro
En aquel tiempo, Simón Pedro, respondiendo a Jesús que preguntaba a los apóstoles quién consideraban que era Él, lo identificó con el Cristo, hijo de Dios viviente. Este momento representa la plena investidura del apóstol como guía de la Iglesia del mundo. Es justamente por este primado suyo que al apóstol Pedro le fueron atribuidas dos epístolas entre los libros del Nuevo Testamento. La primera estaba dirigida a los cristianos distribuidos en las cinco provincias romanas de la actual Turquía y podría haber sido escrita por el apóstol en Roma, quizás en el año 64, durante la persecución de Nerón contra las comunidades cristianas. En esta epístola se recuerda a los lectores la buena nueva de Jesús que ha resucitado de entre los muertos para regenerarnos a una nueva vida. La misiva contiene, además, una doliente exhortación para que se considere el sufrimiento como prueba de fe, recordando que Jesús no se olvidará de cuidar a sus propios hijos. La segunda epístola estaba dirigida a los cristianos engañados por falsas doctrinas. El autor -que demuestra ser testigo ocular de los acontecimientos- confirma la autoridad de cuantos han visto y escuchado verdaderamente a Jesús, y pone en guardia contra los falsos doctores que devastan la Iglesia.
