La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Zarza ardiente

Dios se le apareció a Moisés bajo el aspecto de un fuego que envolvía a una zarza sin quemarla. El sentido simbólico expresado por esta imagen está claro: el fuego que arde, ilumina y calienta es uno de los más comunes para expresar la acción de Dios. Los estudiosos han querido buscar también una plausibilidad histórica: ¿cómo es posible un fenómeno de este tipo? ¿Puede un matorral arder sin consumirse? Algunos han querido comparar este acontecimiento con el fenómeno natural llamado fuego de San Elmo, nada extraño en las zonas desérticas. Se trataría de una lenta carga electrostática (que se desarrolla en lugares secos tras turbulencias atmosféricas) que daría la ilusión de un verdadero fuego.

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