La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Abraham, Isaac y Iacob

(pater uidens populum, risus e supplantans: el padre que ve un pueblo, risa
y el que se pone en el lugar de otro)

Este fresco y su contiguo fue destruido por el propio Miguel Ángel cuando realizó el Juicio Final. El tema lo conocemos gracias a los grabados contenidos en el libro de Ottley, que los reproducen. A la derecha de la luneta de la izquierda reconocemos a Abraham, que con la mano izquierda extendida señala a su hijo Isaac las llaves cruzadas del escudo papal, como recordándonos que ha de ser a través de estas llaves, y no por medio del papa Della Rovere, cuyo escudo se halla debajo de aquéllas, cómo se cumplirán las promesas de Dios. En el lado izquierdo de la luneta se hallan las figuras de Jacob y Judá, que serían el muchacho y el niño que apare­ce a sus espaldas. Ambos miran con enorme entusiasmo un libro abierto, y detrás de los hombros de Jacob asoma una mujer velada que posiblemente sea su madre Rebeca.

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