La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

 Simbología Zorobabel

La primera enjuta nos presenta a Zorobabel y su familia, donde la esposa se distingue por los colores de la pa­loma del salmo 68 (67). Se trata de los mismos colores del fresco de Signorelli (Testamento y muerte de Moisés), donde su vestimenta, se tiñe del color de la plata; los efectos cromáticos que pueden conseguirse en un fresco son extraordinarios. Se nos presenta aquí por lo tanto una referencia a las «pennse columbee deargentatse» del salmo (Sal 68 [Vulg 67], 14b). Miguel Ángel representa a la esposa de Zorobabel con un tocado que desde lejos parece una pluma plateada puesta sobre su pelo. Al igual que en el fresco de Signorelli, el manto de color amarillo dorado nos habla aquí de «sus plumas con reverberos de oro» (Sal 68 [Vulg 67], 14c). Del mismo modo que en el panel del Re­parto de la tierra Leví se halla prácticamente desnudo y sólo lleva un taparrabos rojo, Zorobabel viste un manto rojo que le deja descubiertos el pecho y los brazos pero le cubre el abdomen y las piernas, lo que significa que sólo le viste el amor, por eso se vuelve hacia su esposa y su hijo.

Miguel Ángel hace que la esposa perfecta, que forma una sola unidad con el esposo y el hijo, lleve las mismas vesti­duras, o por lo menos muy parecidas, que las que Signore­lli hace vestir a la Iglesia, pintada junto a Leví por ser la «esposa del clero». Miguel Ángel seguía la interpretación alegórica de Hugo de San Víctor y conocía perfectamente el significado del fresco de la Lectura de la Ley y reparto de la tierra entre las doce tribus. Un conocimiento de este tipo sólo pudo serle proporcionado por un teólogo, y nos atrevemos a suponer que fue el sacristán de la capilla, el monje agustino Magister Frater Nicolaus Acquapendentanus, eminente teólogo a quien, según nos informa de su cofrade Angelus Rocca Camers, Julio II confió este cargo el I de septiembre de 1505, muriendo a edad avanzada el 25 de octubre de 1511.

En la versión de la Vulgata, el versículo 14 del salmo an­teriormente citado comienza de la siguiente manera: «Si dormiatis inter medios cleros», que significa: «Si queréis dormir entre las partes de la herencia». Entre las rodillas de la esposa, envueltas por un manto color amarillo dora­do, duerme un niño completamente desnudo que lleva una faja blanca alrededor del cuello y abraza con la iz­quierda la pantorrilla de la pierna derecha de su madre. El manto significa con toda seguridad que aquí sus plumas son del «resplandeciente color del oro», por lo que, de acuerdo con la interpretación alegórica de Hugo de San Víctor, se prefigura la beatitud eterna de la Iglesia.

No es probable que el niño de piel oscura que podemos ver por encima de los hombros de Zorobabel sea uno de sus hijos, pues se halla excluido de la maravillosa armonía que reina en esta familia. Con sus colores plata y oro, la esposa representa a la Iglesia. Aunque Zorobabel no perte­necía a la tribu de Leví, sino a la de Judá, fue el constructor del segundo templo, que encontramos precisamente en el fresco de Perugino de la pared que se halla frente al gajo donde se representa a la familia de Zorobabel, engarzada de una forma completamente armónica dentro del triángu­lo que la enmarca. Las cabezas del padre, la madre y el niño forman un triángulo regular con el vértice dirigido hacia abajo, en sentido inverso al gajo que lo contiene.

Todo esto no puede ser meramente casual, sino que cabe pensar en una referencia a la Trinidad. La forma en que Zorobabel se dirige a su esposa y como ésta le escucha demuestran que ella procede de él. Esto se corresponde a la processio del Hijo respecto al Padre en la Trinidad. Y el niño desnudo, cuyo movimiento rotato­rio se representa de manera que los hombros y el paño blanco que los envuelve creen un vínculo con los padres, procede claramente de la pareja. Si pudiéramos hacer una comparación, diríamos que se trata de una representa­ción de la processio del Espíritu Santo respecto al Padre y el Hijo. Es así como se desarrolla la doctrina de la Trini­dad elaborada por san Agustín, que en la Concordia ha sido utilizada por Gioacchino da Fiore como base de toda articulación triangular. Únicamente el demonio queda ex­cluido de esta armonía trinitaria; en efecto, Miguel Ángel lo representó en el muchacho de piel oscura, que aparece por encima del hombro de Zorobabel.

Si examinamos detenidamente todas las figuras desnudas de piel oscura pin­tadas fuera de las líneas oblicuas que enmarcan los gajos, como encerradas en lugares angostos, nos daremos cuenta que representan a los demonios.

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