La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

El Diluvio Universal

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Gén 7, 15-17: “Entraron con Noé en el arca sendas parejas de toda carne en que había aliento de vida, y los que iban entrando eran macho y hembra de toda carne, como Dios se lo había mandado. Y Yahveh cerró la puerta detrás de Noé. El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de encima de la tierra.”

 “…en la historia del Diluvio, donde aparecen diversas muertes de hombres, que aterrorizados en estos días, buscan, por diversas vías, salvar sus vidas; por esto en la cara de estas figuras se intuye que la vida es presa de la muerte, no menos que el miedo, el terror y el desprecio por todo. Véase la piedad de muchos, ayudándose los unos a los otros a subir a una cima, buscando la salvación: entre ellos hay quien tiene abrazado a un hombre medio muerto, mientras intenta salvarlo; la naturaleza no podía mostrarlo mejor.” (Giorgio Vasari, Vida de Miguel Ángel Buonarroti, florentino, 1568)

La composición dinámica de la escena, dispuesta sobre las líneas diagonales, resalta especialmente las figuras de los fugitivos, mientras el arca, protagonista del episodio, está relegada al fondo. En esta escena, Miguel Ángel representa todos los detalles narrativos del Génesis: el arca, la navecilla sobrecargada, los refugiados bajo la tienda en la cima del monte y la multitud afligida en una cima, en el primer plano a la izquierda. Nótese como Miguel Ángel parece sugerir que los pecadores no son, necesariamente, unos malvados. Los que buscan refugio en la cima se ayudan y se confortan mutuamente, pero los traiciona su amor por las cosas materiales, que han arrastrado con fatiga. El mensaje de esta escena está claro: el agua del Diluvio que elimina los pecados de la tierra, es símbolo del bautismo cristiano que borra el pecado original, mientras el arca es el signo de la Iglesia, que salva al hombre. Esta es la primera escena pintada por Miguel Ángel en la bóveda; revela alguna duda en su composición y, sobre todo, la participación de alguno de sus discípulos.

Una parte importante de este fresco se perdió cuando a raíz de la explosión del polvorín de Castel Sant’Angelo, ocurrida el 28 de junio de 1797, el enlucido se desprendió junto con el de otras pinturas situadas en ese mismo punto de la bóveda.

·Simbolismo

·La interpretación Judía

·Galería

 

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