La interpretación judia de
La Creación del Sol, la Luna y las plantas
El segundo panel corresponde a La separación del día y de la noche, el momento en que Dios crea «el sol para el día y la luna para la noche».
El panel esconde dos secretos que merece la pena mencionar. El primero es que la luna que aparece a la derecha de la escena fue pintada sin pintura, es decir, es el color del intonaco, dejado sin pintar a propósito por Buonarroti para conseguir un efecto especial sobrenatural.
El otro secreto es otro sfogo o «desahogo» del rabioso artista. En aquel momento, llevaba subido al andamio cuatro terribles años, y eso significaba que llevaba ese tiempo sin practicar su querida escultura. Le habría encantado poder insultar en público al papa Julio, pero hacerlo le habría costado seguramente la vida o la libertad. De modo que Miguel Ángel encontró la manera de insertar un desaire cósmico procedente del mismo Todopoderoso en persona. Si observamos la escena con atención veremos que, en la creación del sol, Miguel Ángel representa a Dios de espaldas al espectador, y que su manto de color púrpura se abre casi… no hay otra manera delicada de describir este nuevo gesto vulgar del rabioso florentino. Parece como si el Señor estuviese «enseñándole el trasero» al papa Julio II desde el techo de su propia capilla, mostrando sus divinas posaderas justo encima del área ceremonial del Papa.