Obra poética
Miguel Ángel publicó muy pocos poemas durante su vida. Fue su amigo Luigi del Riccio quien hacia 1546, pensó en publicar una selección de sus poemas con la colaboración del propio Miguel Ángel. Este proyecto, al final, no se llevó a cabo.
Un sobrino lejano, Michelangelo II Giovane, fue quien en 1623 editó por primera vez, en Florencia, las Rime. Esta edición fue manipulada y corregida para evitar ciertas ambiguedades relacionadas con la sexualidad de Miguel Ángel, lo que en muchas ocasiones cambia en sentido de sus poesías, sobre todo las relacionadas con Tommaso Cavalieri.
El número total de poemas que han llegado hasta nosotros es de 302, incluidos fragmentos y composiciones sin terminar, aunque tenemos la certeza que Miguel Ángel Buonarroti escribió más versos que los que conservamos. El más temprano de los que conservamos es de hacia 1503, y el último de 1560.
La poesía de Miguel Ángel es muy áspera y difícil y durante mucho tiempo la crítica italiana la consideró pobre y mala. Actualmente, esta opinión negativa ha desaparecido. Su poesía refleja todo el itinerario artístico-espiritual del artista y se centra en la sublimación amoroso-platónica, con la figura básica de Tommaso Cavalieri; en la sublimación espiritualista dedicada a Vittoria Colonna; y finalmente, en la obra claramente religiosa y reformista, en que el viejo artista se desprende del mundo e incluso del propio arte.
Quizá el más conocido y reproducido es el soneto donde Miguel Ángel describe las penalidades que sufre pintando los frescos de la Sixtina. Este soneto está ilustrado por una autocaricatura del propio Miguel Ángel.
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