El paso del mar Rojo
Autor: Cosimo Rosselli
Éxodo 14, 15-31; 15,1: “Dijo Yahveh Moisés: «…Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto…». Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos del faraón, y los carros con sus guerreros… Extendió Moisés su mano sobre el mar, y al rayar el alba volvió el mar a su lecho… pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército del faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera… Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahveh. Dijeron: «Canto a Yahveh pues se cubrió de gloria… ».”
El fresco lleva el título sigueinte: «MOISÉS REÚNE AL PUEBLO QUE HA RECIBIR LA LEY ESCRITA». La composición es una de las más primitivas de toda la Capilla. Cosimo Rosselli al plasmar uno de los episodios más milagrosos de la historia de Israel, subrayó el contraste entre las tinieblas que envuelven a los egipcios y la luz solar que ilumina al pueblo elegido.
Al fondo, a la derecha, vemos al Faraón en el trono consultando acerca de la fuga de los hebreos (A). En primer plano aparece hundiéndose en el mar junto a su ejército (B). A la izquierda, en la orilla, Moisés aleja las olas con su vara mientras el pueblo de Israel canta a el llamado canto de Miriam (Ex. 14 27.28: 15, 1) (C). La representación del pueblo que festeja alrededor de Moisés simboliza la espera de la Ley, anticipando la escena siguiente, la Entrega de las Tablas de la Ley.
Entre los personajes a la derecha de Moisés reconocemos al cardenal Bessarione -con manto rojo y blanco y un relicario en la mano. Este cardenal llevó a Roma la reliquia de la cabeza de San Andrés y apoyó las Cruzadas y la unión de las iglesias.