Las Tentaciones de Jesús
Autor: Botticelli
Mc 1, 12-13: “A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció
en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los
animales del campo y los ángeles le servían.”
El título sobre el fresco dice «TENTACIÓN DE JESUCRISTO, LEGISLADOR DE LAS LEYES EVANGÉLICAS». Satanás, disfrazado de franciscano, tienta a Jesús que ha regresado del ayuno del desierto (A); luego lo lleva sobre el alero del Templo (B) y lo tienta de nuevo; finalmente, en lo alto del monte, vencido por tercera vez, el demonio tira el sayo y desaparece. (C) Los ángeles se acercan y le sirven la comida. (Mt. 4)
Después de haber bajado del monte, Cristo asiste a la purificación de un leproso (D) curado por él (Mt. 1, 40). Este es el tema principal del fresco; en cambio, los tres episodios de las tentaciones rechazadas por Cristo en el desierto están incluidas como pequeñas escenas en segundo plano. En el centro se halla el sumo sacerdote, coronado con la tiara en forma de una bellota de encina (Sixto IV pertenecía a la familia Della Rovere y a la derecha aparecen también dos encinas), que moja un ramo de hisopo en la sangre de la víctima del sacrificio, probablemente un cordero, para rociar siete veces al leproso vestido de blanco.
Esta es una probable alusión a Sixto IV y a su preocupación constante por los enfermos y necesitados, para los cuales hizo reconstruir el hospital romano del Santo Espíritu, que algunos autores consideran que es el edificio pintado por Botticelli en la arquitectura del fondo.
El testigo más prominente, a la derecha del centro, es el sobrino más prominente de Sixto, en cierto sentido su heredero: el cardenal Giuliano Della Rovere, más tarde Julio II. Tradicionalmente se identifica a los dos personajes del extremo izquierdo como a Botticelli y Filippino Lippi.
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