La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Las tentaciones de Moisés

(Siete episodios de la vida de Moisés)

Autor: Botticelli

Éxodo 2, 11-21: “Por aquellos días, Moisés, ya mayor, fue donde estaban sus hermanos. Vio sus duros trabajos y observó cómo un egipcio maltrataba a uno de sus hermanos, a un hebreo. Miró a su alrededor, vio que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró entre la arena. Salió también al día siguiente. Vio a dos hebreos riñendo, y dijo al agresor: « ¿Por qué golpeas a tu prójimo?». El respondió: « ¿Quién te ha constituido jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?». Moisés temió… y huyó del Faraón y se detuvo en la tierra de Madian, sentándose junto a un pozo. El sacerdote de Madian tenía siete hijas. Vinieron éstas a sacar agua, y cuando estaban llenando los abrevaderos para dar de beber al rebaño de su padre, llegaron unos pastores y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó, salió en defensa de las jóvenes y abrevó su rebaño. Al volver a casa, Reuel, su padre, les preguntó: «¿Cómo volvéis hoy tan pronto?». Respondieron: «Un egipcio nos defendió de los pastores, y hasta él mismo se puso a sacar agua y abrevó el rebaño». Él les dijo: « ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado allí a ese hombre? Llamadle para que coma algo». Moisés aceptó quedarse a vivir en casa de aquel hombre, que le dio a su hija Séfora por mujer.”

Éxodo 3, 1-5. “Moisés era el pastor del ganado de Jetró, su suegro, sacerdote de Madian. Llevó el ganado más allá del desierto y llegó al monte de Dios, el Horeb. Allí se le apareció el ángel del Señor en llama de fuego, en medio de una zarza. Miró, y vio que la zarza ardía sin consumirse… El Señor vio que se acercaba para mirar y lo llamó desde la zarza y le dijo:… «No te acerques. Descálzate, porque el lugar en que estás es tierra santa».”

Éxodo 13, 17-18: “Cuando el Faraón dejó marchar al pueblo… Dios hizo dar un rodeo al pueblo, llevándolo por el camino del desierto hacia el mar Rojo.”

 

El fresco lleva el siguiente título: «TENTACIÓN DE MOISÉS. PROMULGADOR DE LA LEY ESCRITA». Este recuadro, ilustra con gran minuciosidad y fidelidad al texto bíblico, algunos episodios de la vida de Moisés, anteriores en tiempo a aquellos del Viaje a Egipto. Vemos a Moisés matando a un egipcio (A), al que ha sorprendido maltratando a un hebreo que es socorrido por una mujer. (B) Huye a la tierra de Madián (C) donde pone en fuga a algunos pastores que impiden a las hijas del sacerdote Jetró abrevar el rebaño (D) y ayuda a las jóvenes:(E)

Después, lo seguimos sobre el monte Horeb, mientras pastorea el ganado de su suegro (F) y donde Dios le llama, entre las llamas que arden sin consumir la zarza (G), confiándole la misión de salvar a su pueblo. Por último, vemos a Moisés armado con la vara de Yahveh, con su mujer Séfora y su familia dirigirse a Egipto. (H)

Para acentuar mejor el carácter simbólico y profético de su obra, Botticelli donó a Moisés el rostro de Cristo. En medio de tantos episodios, la mirada queda prendida y fascinada por la idílica escena central: el encuentro del desterrado con la extranjera que será su esposa y que lleva la rueca, símbolo de la casa.

El pintor más lírico del Renacimiento canta aquí el eterno tema humano: el nacimiento del amor expresando toda su riqueza profética.

 

·Simbolismo

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