La entrega de los Diez Mandamientos
Autores: Cosimo Rosselli y Piero di Cosimo
Éxodo 19, 1-3: “Al tercer mes después de la salida de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto del Sinaí… Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte.”
Éxodo 24, 12: “Dijo Yahveh a Moisés: «Sube hasta mí, al monte; quédate allí, y te daré las tablas de piedra -la ley y los mandamientos- que tengo escritos para su instrucción». ”
Éxodo 32, 1-24: “Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo entorno a Aarón y le dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros». Aarón… hizo un molde y fundió un becerro. Entonces ellos exclamaron: « ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto!» ”
Éxodo 32, 19-20: “Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte. Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta reducirlo en polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas.”
Éxodo 34, 1: “Dijo Yahveh a Moisés: «Labra dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte y yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste».”
El fresco lleva el título: «MOISÉS PROMULGA LA LEY ESCRITA». En la zona superior, Dios entrega los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí (A); en el centro, Moisés, que ya ha bajado de la montaña, rompe indignado las tablas (B) cuando contempla a su pueblo caído en la idolatría adorando un becerro de oro y castiga duramente a los culpables. (C) De vuelta de la montaña, baja con unas tablas nuevas que muestra a su pueblo, deslumbrado por el resplandor de su rostro. (D)
En la pared situada enfrente de la capilla, se encuentra El Sermón de la montaña, donde Cristo presenta la Nueva Ley, ya no hecha de prohibiciones sino sólo de Amor.
Con esta serie de Episodios cambia la misión del profeta que viene representado como legislador por cuanto es intermediario entre los israelitas y Dios. A su lado se halla constantemente Josué, su sucesor en la guía del pueblo elegido (ver Testamento y muerte de Moisés).