La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Eleazar y Mathan

(deliciosus e donatus: delicioso y dado)

Mt 1, 15: “Eliud fue padre de Eleazar; Eleazar de Matán.”

En esta luneta, situada encima de la puerta de en­trada de la capilla, a la izquierda de la de Iacob y Josepf, el color azul celeste falta por completo. El espacio del semiarco se halla dedicado a Eleazar y Matán, abuelo y bisabuelo de José, dos personajes de los que en las Sagradas Escrituras sólo aparecen los nombres. Miguel Ángel se sirve de la cartela para separar uno de otro a estos antepasados de José y a sus familias. Matán, pintado cerca de los fle­cos dorados del escudo papal con la encina de los Della Rovere, se presenta como un joven; detrás de sus hombros aparece su esposa, algo mayor que él, con su hijo pequeño en brazos. Eleazar, con los rasgos del rostro fuertemente negroides, mira con ojos celosos hacia su mujer, que juega con el niño Jacob que se sienta en sus ro­dillas.

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