Zorobabel
(ipse magíster Babilonys, id est confusionis: maestro de babilonia, o sea de la confusión)
Ag 2, 23: “En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi siervo, dice el Señor, y haré de ti como un anillo de sellar; porque yo te he elegido, dice el Señor todopoderoso.”
Según la indicación de la tabla de la luneta que está debajo, esta sería la familia del futuro rey Zorobabel, aquí retratado en pañales en el regazo de su preocupada madre, mientras al fondo duerme el padre, Sealtiel, junto a otro niño. Se puede suponer que ésta sea la interpretación correcta del grupo, pues la albanega está situada en correspondencia con la escena del Diluvio, pintada justo encima; de hecho, Zorobabel, significa “señor o maestro de Babilonia”, ciudad de los idólatras, de la que se salvaron sólo los que tenían fe en Dios.
Antes de los antepasados indicados a Sadoc por su madre, en la secuencia de las generaciones se recuerda a Zorobabel y Abiud situados en una misma arcada, en la enjuta que se encuentra encima de las escenas dedicadas a Moisés. A partir de este punto la inscripción de las cartelas lleva siempre tres nombres.
Zorobabel fue el nieto de Joaquín y condujo la primera partida de judíos que fueron repatriados a Jerusalén. El año siguiente, Zorobabel, sienta las bases de la restauración del Segundo templo en Jerusalén.
La interpretación de estas figuras es difícil de por sí debido a la ausencia de información en la Biblia.
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