Iosaphat y Ioram
(tollens, ipse iudicans e qui est excelsus: quien quita, quien juzga por sí mismo y quien es sublime)
1 Re 22, 41-43: “Josafat, hijo de Asá, comenzó a reinar sobre Judá el año cuarto de Ajab, rey de Israel. Tenía treinta y cinco años cuando subió al trono, y reinó en Jerusalén veinticinco años. Su madre, hija de Siljí, se llamaba Azubá. Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, y no se apartó un punto de ella, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.”
2R e 8, 16-18: “El año quinto de Jorán, hijo de Ajab, rey de Israel, subió al trono Jorán, hijo de Josafat, rey de Judá. Tenía treinta y dos años de edad cuando empezó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. Siguió la conducta de los reyes de Israel y de la casa de Ajab, pues estaba casado con una hija de éste. Hizo lo que es malo a los ojos de Dios.”
El rey Josafat estaría representado en el anciano de trazos caricaturescos situado a la izquierda de la luneta. Éste, de fisionomía fuertemente hebrea, está escribiendo o haciendo cálculos, pues, en la Biblia, está presentado como un hombre bastante hábil en acumular dinero (2 Cr 17, 11-12).
A la derecha, podemos admirar uno de los grupos más intensos de los dedicados por Miguel Ángel al tema de la maternidad. Una madre, ya no joven, es asaltada afectuosamente por sus tres hijos, de los cuales el más impetuoso, que la abraza y la besa, sería Jorán, de acuerdo con el carácter demostrado de mayor cuando, una vez rey, hará matar a sus hermanos (2 Cr 21, 4…).
Probablemente, este grupo, que expresa el amor materno, se encuentra en relación con la escena de la Creación de Adán pintado en la bóveda situada encima, que hace alusión a la Encarnación. Los tonos de color usados para los dos grupos de la luneta son los mismos: naranja y verde claro.
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