La Capilla Sixtina

«Santuario de la teología del cuerpo humano» (Juan Pablo II)

Simbolismo de las Arma Christi

Pasion 01b· Grupo de la luneta izquierda

En esta luneta se ven ángeles desnudos y vestidos que, como siempre en las pinturas y dibujos de Miguel Ángel, carecen de alas. Se utilizan enérgicamente para hacer comprender los distintos momentos de la crucifixión. Un ángel vestido de verde que abraza al árbol de la cruz indica que es posible escapar del Juicio poniendo nuestra esperanza en la cruz de Cristo. El verde es el color de la esperanza, y al ángel que abraza el extremo inferior del árbol de la cruz, como si quisiera levantarlo, Miguel Ángel lo ha vestido con bragas de color violeta claro. La mezcla del blanco y el violeta expresa la fe y la penitencia.

Detrás del ángel vestido de verde vemos a otro ángel con una capa de color amarillo azafrán. El amarillo azafrán indica el discernimiento espiritual que acerca a los hombres a la cruz. Los dos últimos ángeles, pintados en el borde de la izquierda, visten un jubón blanco y un manto rojo-verde; colores que caracterizan la fe y la caridad mezclada con la esperanza, virtudes necesarias para abrazar la cruz convertida en instrumento de salvación.

En otros tiempos, los dos ángeles que se adosan delante y detrás de la cruz estaban desnudos, para dar a entender la suspensión de ésta. El extremo oscuro del manto que cubre los genitales del ángel que se encuentra delante de la cruz es el resultado de las famosas disposiciones que, a raíz del Concilio de Trento y tras la muerte de Miguel Ángel, acaecida en 1564, estropearon el fresco con estos trozos de tela que no se ha querido eliminar.

Es evidente que los ángeles no están desnudos. Miguel Ángel sabía perfectamente que los ángeles no tienen cuerpo y, por lo tanto, no pueden estar desnudos, pero si a pesar de todo quiso pintar a algunos así, a buen seguro que hay en ello algún significado. El cuerpo desnudo se convierte en una imagen de la exposición al instrumento de la pasión sin protección alguna. Esto es especialmente válido para los dos ángeles que experimentan la madera de la cruz adosándose a sus lados anterior y posterior.

Un segundo grupo de ángeles, situado en la mitad derecha de la luneta, vuela hacia el centro, señalado por la piedra de la cornisa en que se apoya la imposta de la bóveda. El primer ángel mira hacia atrás, en dirección al que lleva las bragas de color violeta claro e intenta levantar la cruz, y sostiene entre las manos la corona de espinas como si quisiera hacerla rodar. La corona está formada por un trenzado de dos ramas verdes de espino, pero las espinas sólo se ven si nos acercamos mucho, ya que el artista no se esforzó en pintar demasiadas espinas largas y puntiagudas.

Pasion 13Siguiendo el mismo principio, sólo vemos un clavo en la mano derecha del ángel que vuela detrás del que sostiene la corona de espinas, al que un manto de color amarillo azafrán envuelve el abdomen y las piernas. Otro ángel con un manto resplandeciente que cambia pecaminosamente del color verde al amarillo, coge el clavo con la derecha, mientras que con la izquierda bloquea el antebrazo izquierdo de un tercer ángel, como disponiéndose a clavar el clavo en su mano. Con su mano derecha, el tercer ángel enfatiza el gesto de ofrecer la mano izquierda para que se lo clave.

Detrás de este grupo, constituido por el ángel que lleva la corona de espinas y los otros tres con el clavo, se ven tres cabezas oscuras muy unidas, una de las cuales se hunde en el blanco de la inocencia. A sus espaldas, otro ángel vestido de color violeta tiende los brazos clavados a la cruz ¿Acaso Miguel Ángel, con estas tres cabezas oscuras, se propuso aludir a las cabezas de los clavos? De ser así, traspuso el acontecimiento de la cruz a la lírica de los colores, y deberemos considerar toda la composición de la luneta como un soneto coloreado, similar a los muchos que Miguel Ángel compuso con palabras. Si volvemos la mirada a la derecha, hacia la imposta de la cornisa donde se apoya la bóveda de crucero de la capilla, veremos unos ángeles pequeños, con vestiduras verdes, rojas y marrón oscuro, que contribuyen a sostener el peso de la bóveda. Probablemente, el artista pensó que el bloque sobre el que se apoya la bóveda no resistiría, estéticamente hablando, aquel cielo pintado de azul, y que a la vista del espectador aquella bóveda amenazaba derrumbarse sobre el Juicio Final.

· Grupo de la luneta derecha

Pasion 033El segundo arco de la luneta está lleno de ángeles que rodean la columna de la flagelación representada, lo mismo que la cruz, en posición oblicua respecto al espacio celeste. También aquí cinco ángeles la rodean con sus brazos. Entre ellos, el ángel joven que apuntala la base de la columna con la cabeza y los brazos, situado en su base de aristas afiladas, se halla expuesto, con el cuerpo completamente desnudo, a la presión ejercida por el peso de la columna.

Inmediatamente detrás de él vemos una figura de piel oscura y de mirada pensativa que toca la columna de la flagelación y se cubre por completo con un manto color verde esperanza. ¿Pensó Miguel Ángel en Cam, que se burló de la desnudez de su padre, y de quien descienden los africanos? 

A la derecha, un ángel con las caderas cubiertas por el manto rojo del amor, abraza la columna por detrás, pero no ciñe directamente su fuste, sino que le echa encima un tejido violáceo que recuerda la penitencia y lo precioso de la reliquia de la Pasión. Es cierto que Miguel Ángel no se preocupó por imitar la columna de la flagelación que se venera en la capilla de San Zenón, en la basílica de Santa Prassede. Su columna de mármol, con su fuste liso y su capitel dórico, se asemeja mucho más a un elemento arquitectónico que a un instrumento de tortura. Parece como si los ángeles se dispusieran a erigir un edificio.

Pasion 08El ángel desnudo que se encuentra encima se apoya con la mano derecha en el muslo del ángel que tiene más cerca, cubierto por un manto verde, y que, al estar arrodillado algo más arriba, toca el fuste de la columna y, a su vez, abraza a un mensajero de Dios envuelto en una vestimenta roja. Ello da lugar a una especie de ligero trenzado entre el ser expuesto desnudo al castigo, la esperanza y el amor. El pintor mueve el ángel a través del espacio vacío como si nadara en el agua.

En la parte alta, tres ángeles jóvenes y medio desnudos se abrazan al fuste de la columna. Uno tiene las caderas envueltas en un tejido de color violeta claro; del muslo izquierdo del segundo cuelga la orla del vestido, mientras que el tercero se arrodilla sobre el borde de un manto violáceo con el forro color azafrán propio del discernimiento espiritual. El feo ropaje oscuro que le cubre los genitales pertenece a los retoques efectuados posteriormente.

Aquí se mezclan de manera significativa el violeta claro de la penitencia al lado de las tiras blancas, el color de la fe, junto con el verde de la esperanza y el color del discernimiento espiritual, sobre el fondo de la penitencia. El Hijo de Dios se sometió a la flagelación por amor, por expiación y para la esperanza de los hombres dispuestos a hacer penitencia. Éste es el significado de los diversos colores de las vestiduras. Con toda seguridad, Miguel Ángel aplicó, desde el principio de su actividad, cuanto había aprendido de un asesor en teología respecto al significado de los colores.

La genuflexión es un gesto importante que se repite en varias ocasiones en ambas lunetas. Mientras los ángeles de la esperanza y la penitencia se han arrodillado junto al árbol de la cruz para abrazarlo, uno de sus compañeros, pintado en la parte más alta, adopta idéntica actitud junto al fuste de la columna de la flagelación. El ángel que tiene debajo dobla la pierna derecha para arrodillarse en una nube, del mismo modo que se arrodilla sobre el fuste de la columna el que vemos a su lado con la pierna envuelta en una tela verde.

Debajo, y como llamando al ángel desnudo, que ha bajado cogiéndose del manto verde de la esperanza, vemos a otro ángel, a la derecha, que vuela desde el exterior en dirección a la columna; sostiene en su mano el palo con la esponja empapada en vinagre. Su manto color amarillo azafrán se mueve en el aire, creando un espléndido contaste con el azul del cielo. Miguel Ángel, que comenzó a pintar el fresco cuando recibió de Venecia el azul lapislázuli procedente de Persia, daba mucha importancia a este color; el tono amarillo azafrán lo consiguió juntando cinceladas paralelas amarillas y rojas.

Pasion 15Las miradas de los distintos ángeles son claramente divergentes. Encajada entre la columna y el ángel vestido de rojo de la zona superior hay una cabeza de piel oscura que mira hacia lo alto. Esta orientación de la mirada podría indicar que encarna la virtud de la esperanza. En la luneta de la cruz, distinguimos también una cabeza oscura similar, situada junto al muslo del ángel que se halla delante de la cruz y parece como si se deslizase por ella. A través de su mirada, entra en contacto con el observador, como ocurre con el ángel arrodillado en el extremo inferior del árbol de la cruz. Con estas miradas continuamente cruzadas de los ángeles, el espacio vacío y tridimensional del cielo se llena de tensión, la cual aumenta posteriormente por el movimiento de los cuerpos.

Los elementos de la pasión de Cristo se limitan a la cruz, un clavo, la corona de espinas, la columna de la flagelación y el palo con la esponja, a los que debe añadirse una escalera, apenas visible en el fondo de la luneta de la derecha, donde también aparecen tres cabezas de ángeles. Faltan, por el contrario, dos látigos, los dados y sobre todo la lanza. Si exceptuamos la corona de espinas, ¿representó únicamente Miguel Ángel las arma Christi que podían utilizarse en la construcción de una arquitectura? Es una hipótesis plausible.

Los ángeles, que no están hechos de carne y hueso, y en consecuencia no sufren, manejan los instrumentos de la pasión de Cristo con el fin de enseñar a los hombres cómo hubieran debido utilizarlos para librarse de la condena en el juicio. Que los ángeles no sufren lo demuestra la figura del ángel joven que desciende deslizándose a lo largo de la cruz. Pero que pueden afligirse se ve en la pareja de ángeles que se mueve por encima de las nubes en la oscuridad de la sombra. Los ojos de estos mensajeros de Dios expresan un dolor contenido, tristeza y gran seriedad.

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